El trabajo de un periodista corporativo se hace mejor con pinzas quirúrgicas y mucha sangre fría; he aquí unos cuantos consejos para que ustedes y sus voceros queden de lo mejor.
Es un periodista, ES un periodista. Aunque la dinámica de la entrevista se torne amigable, es importante recordar que se trata de una situación de trabajo y evite dar confianza exagerada al entrevistador o forzar situaciones en extremo amigables o confusas. Eso de “vamos a tomarnos un café más tarde”, puede significar cosas distintas en la mente del entrevistado y del entrevistador, y ni se diga en el caso de voceros extranjeros.
Confíe en el periodista. En general, los periodistas graban sus entrevistas y están más que dispuestos a comunicarse con el vocero o con su agencia de Comunicaciones para confirmar cualquier información que encuentren confusa. Pedirle al periodista que le envíe el material para revisarlo antes de publicarlo sólo resultará en la indignación de este al sentir que se duda de su capacidad de trabajo. Si usted hizo bien su trabajo de vocero y dio la información correcta, no tiene nada que temer.
Mantenga la calma. La publicación de una noticia y el espacio brindado en los medios depende de cuánto se adecúe la información al contenido editorial del medio, del espacio disponible y de lo pertinente de la noticia. Tenga calma, pues a menos que la información sea realmente mala y de baja importancia, ésta será publicada oportunamente. Llamar todos los días al periodista a saludar y de paso preguntar por su nota de prensa es una muy mala política de relaciones públicas.
Nada de hablar de la otra. Si usted está a la conquista de su alma gemela, lo último que se le ocurriría es preguntarle sobre su ex, ¿cierto? Pues ahora que logró su objetivo y llenó el salón de periodistas, no es tiempo de perder su inversión y su tiempo hablando de la competencia. Aproveche la oportunidad para dar a conocer sus productos y servicios y recitar esa línea de mensajes que la agencia amablemente le preparó. Es SU tiempo, no lo malgaste.
Celebre cada éxito. Cada publicación obtenida para su producto o servicio es un éxito. Ya sea una mención de dos líneas en la revista más exitosprestigiosa del país o una página completa en un pequeño blog de culto, lo importante es que su información está llegando a su público meta por todas las vías posibles y con un mínimo de inversión, pues ¿cuánto le costarían esos 20” en el noticiero si tuviera que pagarlos como publicidad?