Primero fue Alicia Machado; luego James Franco, el actor nominado al Oscar por 127 horas, y ahora le tocó el turno a Hugo Sánchez, ex-jugador del Real Madrid, ex-capitan de la selección de fubtol de México y ex-tuitero, quien después de unos muy desafortunados comentarios en contra de La Vinotinto, sufrió una semanita de ciberacoso y ciberburla tuitera venezolana y decidió cerrar su cuenta oficial. Mala idea la de Huguito, pero muy acorde a su históricamente reconocido ego y mal genio.
Recuerdo que conversando con José Aldana, editor de http://www.clickefectivo.com/, reflexionábamos sobre la mala decisión de la ex-Miss Universo, Alicia Machado, cuando su metida de pata sobre las 2 chinas. Si, en vez de empeñarse en no reconocer su error y cerrar su cuenta, la Machado hubiera aprovechado la oportunidad para elevar su maltrecho perfil y, quizá jocosamente, hasta postear un video en http://www.youtube.com/ explicando su particular visión del mapamundi, otro gallo cantaría. Se trata de aprovechar las oportunidades y hacerlas jugar a nuestro favor.
La 2.0 no es para lo malhumorados. Algunas veces se pierde, otras se gana, pero abandonar el juego es lo peor que podemos hacer, pues dejamos de participar en nuestra conversación para dejar nuestra reputación 2.0 en manos del resto y ahí sí que nos pueden destruir. Buen ejemplo de esto es la estrategia seguida por Movistar Venezuela que, como comentaba José Aldana en su visita a nuestra clase, decidió jalonar las miles de quejas que florecían en http://www.twitter.com/ hacia un único punto: @presid_movistar y darnos a los usuarios venezolanos un ejecutivo de "carne y hueso" en quien y descargar nuestra frustración por el mal servicio que recibimos de la telefónica.
Nunca estaré de acuerdo con llamar guevones y malandros a los clientes, pero entiendo que somos seres humanos y en algún momento tenemos que reventar. Si no que lo diga César Farias, el director técnico de la VinoTinto, quien después de ganar contra Chile se puso a hacer pases de torero con la bandera venezolana, lo cual ofendió a algunos chilenos. Su unica explicación, fue que necesitaba desahogarse después de 90 minutos de partido recibiendo insultos desde las gradas.
Y QUE VIVA LA VINOTINTO!
1 comentario:
Y que mal momento para Hugol Sánchez --como se le llamaba en la época de oro del Madrid, cuando jugaba al lado de Buitragueño y Valdano-- para hacer un comentario desafortunado. Nada más y nada menos que escoger una era --posterior a la suya-- donde el ciudadano de a pie opina y no se queda callado. Y hay que darle gracias a la web 2.0 por esto.
Aunque pueda diferir sobre lo conveniente o no de la estrategia de Movistar en Venexuela, te digo que más allá de esto las marcas deben tener cuidado, pues los ciudadanos hablan en las redes sociales, estén las marcas allí o no. Y esto ya no puede evitarse.
Ojalá y Sánchez hubiera hecho una de esas cabriolas con las que solías celbrar sus goles, y hubiera pedido perdón y hubiera sacado partido de un error. ¡Pero no fue así! aquel hábil driblador de pelotas sabía eludir hasta 11 enemigos y hacer un gol, pero no puede eludir a todo un país que le reclama --y cada vez con más razón-- que cierre su boca, que nunca sabrá usar tan bien como su piernas.
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